Seguro que te ha pasado alguna vez, estás con tu portátil y de pronto te llama la atención lo caliente que está su cargador. A veces es normal, pero otras debemos tener cuidado para proteger nuestro equipo.
En general los equipos portátiles no requieren estar enchufados para funcionar, además una de sus características fundamentales es que puedes desplazarte y llevarlo a cualquier lado; no obstante, su batería no es eterna.
Cuando enchufamos nuestro portátil para recargarlo, es normal que se caliente ligeramente, lo que sucede en ese momento es que se convierte el voltaje que sale desde la toma eléctrica, en la cantidad adecuada para cargar la batería sin dañarla.
Requieren de suficiente ventilación para que el proceso se pueda dar bien. Si por ejemplo el cargador está tapado con otro objeto, ese calor no podrá disiparse bien y tampoco tendrá ventilación.
¿Cuándo deberías alertarte y desenchufarlo o apagarlo?
Si notas olor a quemado, está excesivamente caliente o deja una marca en el portátil, es hora de cambiar de cargador. Además hay que tener cuidado porque se podría estropear el equipo o incluso generar un incendio.
En ese momento debes desenchufarlo de la toma de corriente y buscar cualquier signo visible de suciedad u obstrucción en las clavijas que se conectan a la toma de corriente. Una vez esté limpio, vuelve a enchufarlo y prueba, si sigue calentándose mucho, es síntoma de que necesitas un nuevo cargador.
